Mente, salud y defensa en el Centro de Artes Marciales de Hankido “Moonmukwan” por Manuel Holzapfel, alumno de Hankido.
La enfermedad es energía que no fluye. Se produce cuando el agua de nuestros ríos interiores se detiene y con ella dejan de fluir las tristezas, rabias, alegrías, el amor que nos constituye como seres humanos. La enfermedad, es la interrupción del flujo de energía natural, que nos une a la tierra y el cielo. No existe enfermedad, si la energía fluye natural en el círculo eterno del universo.
En Isabel La Católica 6028, a sólo metros de Av. Manquehue, en Las Condes, funciona el Centro de Artes Marciales de Hankido “Moonmukwan”, donde un grupo de hombres, mujeres y niños, disfruta la práctica de Hankido, arte marcial tradicional de origen coreano, fundado por el Gran Maestro Myong Jae Nam Kuksanim.
Los tres principios fundamentales de Hankido, son círculo, fluidez y concentración y sus objetivos son mente, salud y defensa. Ello, permite a quienes practican este arte marcial integral, desarrollar y potenciar aquellos aspectos sociales, psicológicos, físicos y biológicos del ser humano, que la vorágine del mundo actual tiende a truncar.
En la práctica de Hankido se aprenden técnicas de defensa personal muy efectivas para responder a un eventual ataque, utilizando llaves y contra-llaves, torsiones, palancas y la proyección del atacante, sin necesidad de fuerza. El poder de Hankido reside en la fluidez de los movimientos circulares, que permite utilizar la fuerza y energía del oponente. También se trabaja permanentemente la respiración, con el peso y ritmo corporal y la postura de la columna vertebral.
Éstas técnicas, favorecen la salud preventiva al mejorar la circulación sanguínea, equilibrando el flujo de energía en los órganos vitales del cuerpo. Hankido es una fuente inagotable de energía que beneficia a niños, jóvenes, adultos y a personas de la tercera edad.
Por ello, cada día más personas lo practican en el Centro de Artes Marciales “Moonmukwan”, un hermoso y agradable espacio, dirigido por el profesor Alberto Gamboa, cinturón negro 7° dan, discípulo directo de Kuksanim.