El Hankido es un arte marcial integral que desarrolla los aspectos sociales, psicológicos, físicos y biológicos del ser humano.
En los aspectos psico-sociales podemos destacar que el entrenamiento personal del hankido-saram, educa a un futuro líder, preparándolo para trabajar en equipo y para asumir responsabilidades a través del respeto y la humildad, tomando en cuenta los valores morales que rigen en la generalidad las culturas orientales. La práctica del hankido trae consigo la sensación interna de seguridad personal entregando así mayor relajo en el diario vivir combatiendo directamente el tan recurrente estrés.
Desde el punto de vista físico y biológico, la práctica del hankido trae como beneficios el reforzamiento del sistema inmunológico además de trabajar a través de ciertos movimientos específicos la circulación de energía por los diversos meridianos que representan a los distintos órganos vitales, trayendo como consecuencia el correcto funcionamiento de estos órganos. Por otro lado, el trabajo adecuado de las caídas beneficia ampliamente la posición y elongación de las vértebras de toda la columna, estimulando la anteriormente mencionada circulación de energía a través de ella.
Entre los beneficios físicos de “superficie” podemos contar la elongación y flexibilidad de los diversos músculos, tendones y ligamentos del cuerpo, además de la consecuente “lubricación” de las articulaciones y un buen trabajo para lograr una tonicidad muscular adecuada. Esta misma flexibilidad, llamémosla física, conlleva a la flexibilidad mental, convirtiéndose en la base del éxito, ya que desde los principios de la historia del hombre, son los seres capaces a adaptarse a los cambios, los que sortean con éxito las visicitudes del destino.
Otro aspecto muy favorable del hankido es el trabajo de la respiración. Normalmente, el ser humano, respira usando una mínima parte de sus pulmones, esto se produce porque no mueve el diafragma al momento de inspirar ni de expirar, quedando incapacitado para llevar el aire hasta la zona inferior de los pulmones. Con Hankido, aprendemos a usar, cada vez mas, una mayor capacidad de nuestros pulmones a través del movimiento de nuestro diafragma. Esto produce, evidentemente, una mejor oxigenación y los consabidos beneficios.
Con la respiración, también controlamos el esfuerzo físico y los estados de ánimo. Con el manejo de nuestra respiración de acuerdo a las leyes de la naturaleza se logra una atmósfera armónica y equilibrada.
Actitud mental sana, permite aprender a disociar lo positivo y lo negativo, los estados de euforia y los de angustia o de depresión, y así otras dualidades de la vida. Una buena práctica constante, paciente, sin principios de competencia logrará sembrar la tan ansiada «paz interior».