5 tips para bajar de peso con hkd-fitness
Literatura: Japon vs Korea

Kyosanim Cristian Moreno (faja negra 2 DAN) vive en la Reina y pedalea todos los días para llegar al dojang. En las mañanas hace clases de Hankido Fitness y por la tarde llega a entrenar; siempre anda buscando luces y aparatos para sobrevivir con su bicicleta en la jungla de automóviles que tiene que atravesar para llegar hasta el dojang en Av. Isabel la Católica 6028.la foto 4Dice que “ como en Chile no hay cultura de bicicleta hay que partir por respetarse uno mismo, usar casco y luces es primordial además de alimentarse bien, porque al final ese es el combustible de los ciclistas” agrega que no hay que ofuscarse si un automovilista “te tira el auto encima”, sino más bien hay que reaccionar educadamente y mostrar con el ejemplo que la cultura si existe.

“Si bien al llegar andando en bicicleta uno viene con el cuerpo caliente y entrar a clases se hace menos traumático, hay que ponerle mente para cambiar el switch a RELAJO” dice. Y al llegara al dojang trata de soltar las piernas practicando patadas muy relajadas.

Daniela Soto lleva 3 años practicando en la escuela de Hankido en Chile. Ya le conocemos 3 bicicletas… pasó de la típica “chancha” con canastito frontal que pesa una enormidad a una híbrida tipo mountain bike y ahora ostenta una pistera hecha a su medida. También practica Yoga y asegura que la bicicleta puede acortar un poco los músculos… nada grave, igual nos dice que “es necesario estar elongando y al momento de pedalear hay que tratar de hacerlo sin apuro, pues mientras más apurada voy más se aprietan mis músculos y eso puede llegar a provocar una lesión…”

Al momento de recomendar un tipo de bicicleta, Daniela no vacila en recomendar una pistera, pero Kyosanim Cristian agrega que para aquellos que les gusta subir y bajar cunetas para atravesar las calles o pasar de vereda en vereda, la indicada sería una Mountain Bike.

reneRené Martin es guionista y faja azul de Hankido, “Después de quedar con medio cuerpo debajo de un taxi al caerme en una scooter que tenía, decidí que la bici a tiempo (casi) completo era mejor. Ando a mi ritmo, no le tengo que ver la cara a todos los estresados arriba de la micro o metro (tampoco olerlos en especial en verano a las 7 de la tarde {quizás con la bici huelo yo, pero ese es otro tema} o aguantar los frenazos del señor chofer), no me tengo que mamar los tacos, mantengo algo de estado físico, me sirve para quemar energía – siempre bueno para un insomne – no contamino, aun sabiendo que en 50 años la tierra será un vertedero igual, además de no pagar bencina/tag/permisos/revisión técnica, todos temas que me sacaban de quicio con la famosa moto. Por otro lado, un auto nunca ha estado en mis prioridades…”

Todos nuestros alumnos ciclistas se ven con muchas pilas cuando están en su clase. Pareciera que se cansan menos, que son más livianos!… así lo siente René – No sé si me siento en ventaja con los que llegan movilizados al dojang, sí me siento más liviano que varios, sin duda. Extrañamente desde que estoy en camino a ser quizás tal vez un hankido-in, he aprendido a relajarme en mi bicicleta. No está la urgencia de ¡¡LLEGAR RÁPIDO!!, ahora hay algo de armonía en mis traslados, aunque suene presuntuoso decirlo (y sí, lo leí de nuevo y suena presuntuoso, en especial porque usé la palabra “presuntuoso”).

Los tres coinciden en que al andar en bicicleta se sienten felices y que hacen un aporte a la sociedad evitando la contaminación. Es un gran aporte en la autonomía, porque los tiempos en el traslado dependen exclusivamente de ellos y no de los famosos tacos. Cuando pedalean, sienten la libertad que les da esa autonomía y les permite respirar y entre comillas meditar mientras andan, ya que la mente está relajada y deja pasar un millón de pensamientos en un mismo instante además de mantener la atención en el camino.

René se aventura a hacer un llamado a sus compañeros: “que usen su bici en su vida diaria para los trayectos cortos y verán que pronto les picará el bicho de “dar una vuelta” o “ir al dojang en bici”. Hace bien, se pasa bien y se siente increíble cuando se adelanta a los giles en esos tacos de cuadras y cuadras.” Aun cuando arriesga una respuesta del tipo: “ay, queda tan lejos y es en subida” o algo por el estilo.

Cuando le preguntamos a Hoonsanim su opinión respondió así: “ la bicicleta tiene un ritmo completamente diferente al de Hankido. A mi me pasa algo parecido con la moto”. No desconoce que es un medio de transporte autónomo y que no hay donde perderse al momento de enfrentarlo al transantiago.

Nuestro dojang pretende ser bici-friendly y aunque no es fácil, tratamos de tener un lugar para que dejen sus bicicletas seguras y además reciben nuestra admiración y la de sus compañeros 😉

 

 

Sabumnim
Sabumnim
Hankido Chile Sabum, Faja Negra 4ºDan, Alumna del Profesor Alberto Gamboa Hoonsanim

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